domingo, 31 de mayo de 2020

I Conversatorio Virtual “La Escuela en tiempos de Covid-19”



RESEÑA

I Conversatorio Virtual “La Escuela en tiempos de Covid-19”

“La Educación en estos tiempos debe ser dialógica y construirse desde la relación docente-estudiante, aunque los medios hayan cambiado drásticamente por la pandemia”


Por Andrea Diestra
Estudiante de 9no ciclo de la especialidad de
Educación Primaria en la PUCP


El sábado 16 de mayo, Misky Wayra realizó el webinar “La escuela en tiempos de Covid-19”, el cual abordó la situación de la escuela en el actual Estado de Emergencia. Para ello, contamos con Gabriel Moreno, licenciado en Educación Primaria y docente de escuela privada; Junior Chang, abogado civil y miembro de la Comisión de Derecho Civil de la Sociedad Peruana de Derecho; y Enrique Huarcaya, licenciado en Educación primaria y estudiante de la maestría de Antropología con mención en Estudios Andinos. Todos ellos miembros del colectivo.

La ponencia desarrolló tres temas relevantes: 1) el derecho constitucional de niños y niñas y adolescentes a la Educación y el marco normativo aplicado a Estado de Emergencia; 2) la situación y los desafíos de la escuela rural; y 3) los desafíos y las oportunidades de la educación privada a distancia.

El derecho constitucional de niños y niñas y adolescentes a la Educación y el marco normativo aplicado a Estado de Emergencia

Junior Chang resaltó la protección que debe ofrecer la comunidad y el Estado para nuestros niños, niñas y adolescentes, además de la aplicación del principio de interés superior del niño con el fin de garantizar su desarrollo integral y la seguridad de una vida digna por medio de la Educación. Sin embargo, esta presenta ciertos puntos discutibles en el contexto actual: el sistema educativo peruano, el acceso a la educación en zonas alejadas, el rol del profesor y el involucramiento de las familias en la educación de sus hijos.

Además, Chang habló del rol del MINEDU respecto a las brechas y desafíos en cuanto a conectividad y cobertura para usar la tecnología de forma efectiva y que garantice el acceso a la educación de todos y todas con o sin pandemia. Lamentablemente, solo unos cuantos pueden acceder al servicio educativo, convirtiéndose en un “privilegio” en vez de un derecho constitucional. Por ejemplo, la estrategia “Aprendo en Casa”, es inejecutable en zonas, donde la cobertura es simplemente nula o donde el servicio de luz se otorga de 6pm a 11pm.

Finalmente, concluyó con la urgente necesidad de implementar políticas públicas que recojan las necesidades de todos y todas.

Seguir educando en tiempos de pandemia: horizontes y retos de la escuela rural

En esta segunda ponencia, Enrique Huarcaya resaltó los grandes desafíos que presenta la escuela rural, los cuales no son recientes, sino que provienen desde una gran trayectoria histórica de descuido a esta institución.

Una de las mayores problemáticas que se está discutiendo hoy es sobre la continuidad del aprendizaje en el tiempo de la pandemia, en donde la falta de conectividad ha develado las grandes irregularidades que han habido en materia de políticas sostenibles, las cuales garantizan el acceso a servicios básicos a comunidades nativas y campesinas.

En ese sentido, Huarcaya recalcó la importancia de i) realizar un trabajo articulado con organizaciones sociales y familias de las comunidades para garantizar la continuidad del aprendizaje; ii) idear canales de intervención para que el profesorado siga trabajando con sus estudiantes; iii) mayor voluntad política para que se agilicen programas de Educación A Distancia para que niños y niñas puedan seguir estudiando; y iv) fortalecer y brindar soporte socio afectivo tanto a maestros y estudiantes para que puedan seguir incidiendo en su aprendizaje.

Desafíos y oportunidades de la educación privada a distancia

Está última ponencia, Moreno enfatizó las implicancias de los factores con las cuales tiene que lidiar el y la docente y el estudiante bajo el nuevo contexto del Covid-19. Si bien las condiciones han cambiado la forma de la educación, el docente persevera en el desarrollo de los vínculos con sus estudiantes y el autodescubrimiento en otras facetas para seguir desarrollando sus potencialidades.

Moreno concluyó que la Educación en estos tiempos debe ser dialógica y construirse desde la relación docente-estudiante, aunque los medios hayan cambiado drásticamente por la pandemia.

Estas tres miradas con respecto a la Educación dentro del Estado de Emergencia, permitieron abrir un espacio de diálogo y reflexión sobre los desafíos y necesidades que se han asumido actualmente en términos de derechos, políticas, gestión y práctica docentes. Del mismo modo, se ha insistido en analizar sobre “¿qué oportunidades conlleva esta modalidad de educación a distancia en el contexto peruano?”. Solo el tiempo y las gestiones pertinentes podrán responder esta pregunta.


Fuente: Facebook Misky Wayra

Espacios públicos: Transformación educativa en el espacio

RESEÑA

Espacios públicos: transformación educativa en el espacio

"Tenemos que seguir construyendo vínculos comunitarios, buscando relacionarnos con los hogares de aquellos con quienes trabajamos y continuar aportando desde nuestras propias experiencias y lenguajes"


                                                                                                     Por Enrique Huarcaya
Lic. Educación Primaria y estudiante de la 
maestría de Antropología con mención
en Estudios Andinos por la PUCP 
                                                                                                
El pasado lunes 25 de mayo, el grupo JAC - SMP “Jóvenes Accionando por el Clima” realizó un Webinar que abordó a qué se le conoce por espacio público y experiencias educativas que trabajen en el espacio público. 

En la primera parte del seminario virtual, Pablo Vega Centeno, sociólogo especializado en temas urbanos, fue invitado como ponente principal y el colectivo Misky Wayra, como la experiencia significativa. Representamos al grupo Andrea Diestra y quien escribe.

En la primera parte, Pablo Vega brindó distintos alcances teóricos respecto al concepto de espacio público, el cual, si bien es cierto, no es coloquial, hace referencia a distintas partes de la ciudad (parques, plazas, calles, etc.). Puede entenderse bajo dos dimensiones claves complementarias: como espacio físico, el lugar en concreto, y como espacio vivido, el lugar donde todos transitamos. 

Así mismo, el espacio público poseería una escala diferenciada: metropolitana, en donde la afluencia de gente es numerosa, y barrial, donde la afluencia es menor. No obstante es en la segunda donde suceden mayores vínculos de comunidad, emerge una identidad humana colectiva con su equipamiento cercano, el lugar y la gente que habita en él.

En este marco, Vega señaló los desafíos en torno al espacio público post pandemia: 1) el peligro de lógicas de mayor individualismo que puedan traducirse en el extremismo del “autocuidado” y que puedan quebrar la vida colectiva como la conocemos; y 2) la necesidad de generar nuevas formas de relacionarnos y que contribuyan a dicha vida colectiva.

En la segunda parte, nosotrxs, como Misky Wayra, presentamos acerca de cómo nació nuestra propuesta, lineamientos, fundamentos, propuesta metodológica y aprendizajes. Resaltamos los desafíos que se tienen hoy, a nivel educativo, en cuanto a equidad educativa, relación escuela-comunidad y el desarrollo de habilidades socioafectivas y ciudadanas en niños, niñas y adolescentes.

Dichos tres puntos buscan ser respondidos en base a 3 pilares: ternura, ciudadanía y arte, las cuales se aplican en los talleres con los niños y las niñas en distintos barrios de la ciudad de Lima, acorde a nuestra propuesta metodológica, la cual considera la provocación, el asombro, el juego, los afectos, la construcción de propuestas y la implementación de estas desde la voz de niños y niñas. 

Finalmente, expusimos los retos que hemos tenido en nuestros 5 años de trayectoria y a qué nos proyectamos trabajar para convertirnos a futuro en una propuesta de pedagogía alternativa dentro del marco de la Educación no formal.

Así, las reflexiones de Pablo Vega nos hicieron dar cuenta del desafío que las agrupaciones y las organizaciones culturales y educativas tenemos para seguir construyendo vínculos comunitarios, buscando relacionarnos con los hogares de aquellos con quienes trabajábamos y continuar aportando desde nuestras propias experiencias y lenguajes, por medio de canales, como las redes sociales, o materiales que puedan quizás hacerse llegar por este u otros medios.

Finalmente, sabemos que el esfuerzo debe ser articulado, por ello, es que seguimos proyectando el fortalecer nuestros lazos con otras organizaciones y colectivos, que puedan colaborar con la infancia y la adolescencia, escuchando su voz para idear propuestas que puedan responder a sus necesidades actuales. 

                    

                   Fuente: Facebook JAC-Jóvenes accionando por el Clima







lunes, 3 de junio de 2019

Ciudad que educa

El presente texto no tiene un fin académico. Pienso que su intención es enriquecer ciertas narrativas vinculadas a las pasiones y a los sueños que, por muy idealistas suenen, pueden explorarse y escribirse sin límite alguno.

Hace algunos días, en un taller, me pidieron que describa cómo sería la educación soñada en nuestro país. Tarea no tan fácil, la verdad, en especial, si tenía solo 10 minutos para escribir, ya que existen muchos factores complejos si hablamos de Educación en el Perú. Pese a ello, decidí tomar el reto y lanzarme “a ver qué pasa”, “a ver qué sale”. Y así fue. Me zambullí en mi mundo onírico y escribí como quien extrae un poquito de su alma al papel. Parte de ese recuerdo, a modo de boceto, quiero expresarlo, a continuación:

“Quiero empezar con la escuela. Me imagino una escuela al aire libre, en donde muchas de las clases y proyectos sean en la calle y algunas cosas se complementen en aulas de clase para afinar ciertas cosas. Me imagino a distintos grupos de estudiantes, en su horario escolar, siendo acompañados por dos maestr@s, quienes son parte de sus aventuras y juegos en la calle y se trasladan de un lugar a otro, según los intereses de sus estudiantes, a experimentar distintos oficios, centros, museos, calles, personas, para poder construir y fortalecer sus proyectos e ir creciendo poco a poco como seres humanos. Me imagino la valoración de espacios más informales, rompiendo un poco esta mirada de aprenderlo todo en la escuela con la típica estructura de clase. Este escenario de ver a l@s estudiantes con mayor frecuencia en la calle podría servir para inspirar el establecimiento de normativas en la ciudad en torno al comportamiento de la gente. Siendo conscientes de que son l@s niñ@s y l@s jóvenes que aprenden en la calle, habría que buscar la forma de ‘ponernos junt@s la camiseta’ por ser una ciudad que educa, en donde los enfoques que tanto se hablan en el currículo escolar (enfoque de género, enfoque ambiental, enfoque de derechos, etc.) puedan cobrar vitalidad desde la labor de tod@s en lo real. La frecuencia de la escuela de la calle podría servir de inspiración para ganar mayor seguridad en la ciudad, mayor respeto al otro, etc., y generar planes que nos permitan dar cuenta que son personas las que se están educando, mas no sujetos que estarán aptos para un mercado y que aprenden para ser competentes en este.”

Lo anterior son bocetos, son intentos de sueños, deseos y el buscar que la calle también puede ser un espacio para transformar el mundo desde el acto de educar. E, independientemente de que esté bien o no, se concuerde con todo o no, si lo escrito está situado en un mundo urbano o rural, creo que lo más importante es permitirnos soñar un poco y cuestionar lo que también aquello que no nos convence, lo que creemos que puede mejorar, lo que anhelamos desde lo más profundo de nuestro corazón. Y, por qué no, darnos la licencia de “botar” lo que sentimos sin ningún juicio de valor, en especial, si somos apasionados a lo que nos dedicamos y, en especial, al tratar de soñar un mundo cada vez mejor.






Autor: Enrique Huarcaya (miembro de MW)

viernes, 5 de abril de 2019

Construyendo ciudadanía: el espacio público como medio de encuentro y organización

La consolidación de una identidad colectiva puede verse reflejada en la organización que existe entre los ciudadanos. ¿Alguna vez te has sentido indignado por alguna situación y les has comentado a tus amigos pero luego queda en nada? o ¿has visto a los vecinos quejarse sobre algún problema pero no se organizan para resolverlo? o ¿has escuchado a los políticos discutir pero no llegan a ningún acuerdo? ¿Cuántos de nosotros hemos participado en reuniones para poder cambiar los problemas de nuestra comunidad?

Todas estas situaciones reflejan nuestro sentido de ser ciudadano, que quiere decir el sentirnos parte de un espacio, que es la ciudad, y realizar acciones por este. Esto implica un reconocimiento de nuestro ser en el espacio público y, al haber otros involucrados en él, supondría también el reconocimiento del otro. Un otro con el que quizás compartimos intereses, ideas o necesidades, aspectos comunes que nos impulsan o nos sirve de motor para organizarnos. Y para lograr una buena organización se necesita de la ética y el trabajo en equipo.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Obras para reflexionar sobre nuestra sociedad de hoy


Dos libros que me atraparon en cada hoja leída estos 3 últimos meses y que se les recomiendo son “Momo” de Michael Ende y “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury. Ambos para cualquier edad y, de ser posible, recomiendo ver sus películas (de preferencia la 1era versión).

En la primera obra, el personaje principal es Momo, una niña que sabe escuchar. Nadie sabe de dónde vino, pero a todos les agrada, excepto a los hombres grises con los cuales tiene que pelear, pues se roban el tiempo de las personas. Con la ayuda de una tortuga llamada Casiopea y del padre tiempo, logra salvar a la ciudad de los personajes malvados. Así, la obra desarrolla en torno al poco tiempo que tienen las personas para vivir, para la dedicación de sus hij@s y l@s amig@s. Una denuncia a la vida acelerada de hoy.

En la segunda obra, el personaje principal es Guy Montag, un bombero, cuyo trabajo es quemar libros en una sociedad perteneciente a un futuro apocalíptico donde está prohibido leer. La lectura, en la obra, se considera causa de discordia y sufrimiento, donde solo uno se puede divertir viendo enormes pantallas de televisión, escuchar música y noticias trasmitidas por unos diminutos auriculares insertados en las orejas y hacer deportes. No se permite reflexionar, pasear o tener bibliotecas personales. Montag se pone a reflexionar sobre su vida luego de conocer a Clarisse, además de ver cómo una señora se incendia a sí misma por defender a sus amados libros. Al final, Montag se quita la venda que la sociedad le impuso luego que su esposa lo haya traicionado. Quema a su jefe, Beatty, huye de la ciudad y se une a los libros-hombres (hombres que memorizaron totalmente las obras que han leído). Así, este libro nos enseña a no huir de nuestros problemas, no perder nuestra libertad de pensamiento y preservar y educar el sentido crítico para tomar decisiones y enfrentarnos siempre a la vida.


Apps para la lectura


Alibrate es una app muy buena para Android e IOS para el formento de la lectura. Esta les permitirá compartir con otras personas sus impresiones de los libros ya leídos o que están por empezar. Pueden descargar libros de dominio público e incluso chatear con otros usuarios de la plataforma. 



Y, para quienes deseen profundizar más sobre lectura, en especial la literaria, y sean maestros o mediadores de lectura, pueden participar en el "Círculo de Lectura de Literatura Infantil y Juvenil" dirigido por Cucha Del Águila en la Casa De La Literatura Peruana. Las sesiones se realizan el último sábado de cada mes. El ingreso es gratuito.

Autor: Carlos Baquerizo (ex miembro de MW)

sábado, 27 de octubre de 2018

Presentación


Somos un colectivo interdisciplinario que busca fomentar la consolidación de vínculos afectivos de las comunidades y el involucramiento de estas con el espacio público. Nuestra propuesta aborda el trabajo integral con todos los agentes de la comunidad en base a tres pilares: ciudadanía, arte y ternura.

Transformar el espacio público: una cuestión de identidad


¿Cuántos de nosotros recordamos haber jugado pelota con nuestros amigos y amigas en el barrio?, ¿cuántos recordamos las horas conversando con los patas de la cuadra en la vereda como si no les hubiéramos visto en años?, ¿o a esos abuelos que se quedaban en la puerta de su casa contemplando la calle como quien lee un libro infinito? Todas esas experiencias recogen momentos que apreciamos, pero también tienen algo más en común: suceden en la calle. La calle es uno de esos espacios en donde podemos conocer a quienes viven cerca de nosotros y en donde dejamos ver cómo somos.

Créanlo o no, nuestra interacción en la calle y con las personas del espacio público deja ver partes de nuestra identidad. Por ejemplo, cuando los niños juegan fútbol y las niñas vóley, se evidenciarían creencias sobre los roles de género. O como cuando ocurren las famosas polladas familiares, en que los vecinos de la cuadra se juntan a bailar, tomar y comer, observamos las costumbres propias del barrio. Y por qué no mencionar las travesuras con la gente del barrio y las conversaciones hasta altas horas de la madrugada en la vereda que develan nuestro sentido de identidad con ese grupo de amigos que tanto apreciamos.

Así, Misky Wayra es parte de esta lucha. Como colectivo, llevamos talleres a varios espacios públicos (calles, plazas, parques) para recobrar el juego, el canto, el teatro y el arte como una oportunidad para aprender, crecer con otros y también establecer lazos. De esta manera, aportamos juntos hacia la construcción de una identidad colectiva que nos vincula y cimienta como comunidad, que se da cuando invitamos a las personas a participar de distintos juegos tradicionales en el espacio público, o cuando escuchamos sus ideas en cuanto a sus experiencias de vida, ya sea de niños, niñas y adultos. O al entonar huaynos o canciones peruanas que reforzarían la identidad de un país con riqueza musical.



Reconocer nuestras identidades es un ejercicio de apoderarnos de quiénes somos en el espacio público. (Los Olivos, 2018)